jueves, 16 de septiembre de 2010

Un cuento para sanar

Dicen que la distancia es el olvido.
Si no te olvido, ¿estarás cerca?


Quiero contar un cuento para sanar de ti.
Quiero contar un cuento para dejar de querer poseerte,
para dejar de querer que seas mío.

Quiero liberarme de ti.
Y a la vez, no quiero olvidarte, quiero sentirte cercano, mi amigo.

Quiero contar la historia de un niño y una niña que se querían y se quieren
mucho, muchísimo.
Dos niños que sienten que si pierden la amistad el uno del otro, pierden algo importante de sí mismos.

… Había una vez un niño mojado bajo la lluvia
Soñaba comer lentejas
Contaba ovejitas y leía a Cervantes
Había una vez este niño que contaba historias
Con imágenes, con palabras, con personas, con música
Soñaba historias, contaba historias, mostraba historias…

Había otra vez que a nuestro niño
Le gustaban los pechos grandes, las mujeres hermosas
Y se enamoraba de princesas con nombres exóticos.

Érase que se era que este niño maravilloso conoció a una niña extraordinaria
de ser misterioso y guardado bajo siete llaves en el arcón de los secretos…
Sssssssssss….secretos que sólo se dan a los amigos.

Una niña que quería ser mujer.
Quería sacar de sus bolsillos los tirachinas, las canicas, los cromos, las pegatinas y ponerse un vestido corto de seda.
Un elegante vestido gris, usar perfume, pintarse los labios de rojo y usar tacones.
Se miraba al espejo. Y mirándose así, al lado de su niño-amigo no podía verse, ni sentirse mujer.
No sabía por qué. Pero no podía.

Soñó que él comía lentejas.
Soñó que serían siempre amigos.

Y será verdad eso que me dijiste:
“nuestro amor
fue desde siempre un niño muerto…”

Y quiero sanar, quiero liberarme de desearte, de quererte, de anhelar poseerte…

Quiero sanar: no quiero querer que me quieras.

Quiero amarte, como una mujer ama a un niño.

Quiero dejar de intentar meterte en mi bolsillo de niña como si fueras un tesoro.

Quiero mirarte a los ojos al hablarte y ver tu entusiasmo al escucharme.

Quiero bailar contigo y no sentir vergüenza porque me coges de la cintura.

Soy una mujer, quiero hacer cosas de mujer contigo.

Quiero tratarte siempre bien, como ambos nos merecemos.
Quiero decirte las cosas hermosas que pienso.
Quiero agradecer que nos hayamos conocido.

Porque sé que te entusiasma estar conmigo.
Porque sé que nos gusta ser amigos.

Y es por eso que quiero contar un cuento, para coser mi bolsillo, doblar mi pequeño pantalón y ponerme ese bonito vestido. Mirarme al espejo, en tus ojos, y ver lo que veo cuando no estoy contigo.
Pero mi reflejo a tu lado es como un niño…